Tras la reticencia inicial, ambas industrias avanzan en el desarrollo de un ecosistema donde se benefician mutuamente: unas aportan la experiencia y el conocimiento del mercado; las otras, la agilidad y creatividad para concebir soluciones a problemas latentes o nuevos productos. Todo, mientras siguen impulsando su diferenciación.
El vertiginoso desarrollo de la industria fintech, que en un comienzo fue percibido como una amenaza para la banca tradicional, hoy comienza a asentarse cada vez más como parte de un proceso en que 'experiencia y juventud' se pueden conjugar positivamente en beneficio de sus clientes y, por supuesto, de sus propios negocios.
Por eso, en los foros internacionales se habla cada vez más de la 'coopetición' entre banca y fintech.
El término fue acuñado en 1996 por los académicos Adam Brandenburger y Barry Nalebuff, para definir 'la combinación de las ventajas de la competencia y la cooperación en una nueva dinámica de gestión empresarial, la cual puede utilizarse tanto para generar más beneficios como para cambiar la naturaleza del entorno empresarial a favor de los que la practican'.
Así, parece una palabra más que precisa para describir la actual relación entre estos dos sectores.
Gustavo Ananía, académico de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Chile, y CEO de Redcapital, explica que 'por un lado, llegaron las plataformas tecnológicas a ofrecer servicios financieros con una mejor experiencia a los usuarios, menores costos o permitiendo que algunos segmentos accedan a opciones que antes no tenían disponibles. Además, cambiaron los modelos de negocio tradicionales. Por su parte, los bancos se dieron cuenta de que las fintech podían mejorar ciertos procesos, por lo tanto, se podrían generar alianzas donde ambos ganen', señala.
'La industria bancaria ha trabajado muy cerca de la tecnología para mejorar tanto la experiencia de sus clientes como la seguridad en sus operaciones, y muchas fintech la apoyan como proveedores en este sentido. A la vez, existe una sana competencia por desarrollar nuevos modelos de negocio que entregan valor a los clientes', explica Luis Opazo, gerente general de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF).
Cambio reciente
A juicio de los expertos, este cambio se ha producido en los últimos dos años en Chile, en la medida que los bancos empezaron a descubrir el potencial de las fintech y sus modelos de negocio, para solucionar problemas latentes, avanzar en su oferta de productos y servicios o agilizar sus procesos de transformación digital. 'Aunque aún no todos los bancos se han sumado, o algunos han sido muy tímidos en las soluciones entregadas', afirma Ananía.
Modelos de colaboración
En general, las áreas en que la 'coopetición' se está dando son variadas.
Mauricio Martínez, socio de Tecnología en Servicios Financieros de EY, explica que ambos sectores están colaborando actualmente 'con modelos de negocios como Banking as a service (BaaS), la industria financiera está generando Corporate Venture Capital (CVC) y los bancos generando fintech', por ejemplo.
Se trata de desarrollar modelos de colaboración en que las partes puedan incorporar nuevos productos o servicios en sus negocios, como seguros o mercado de capitales, entre otros ejemplos. Asimismo, 'las fintech buscan a la industria financiera para viabilizar sus modelos de negocio, como podría ser Buy Now Pay Later (BNPL)', agrega Martínez.
El potencial es extenso. 'Los principales aportes de los bancos son el acceso al cliente, la experiencia en la industria y en el control de riesgos. En tanto, las fintech son mucho más ágiles, por lo que se adaptan rápidamente a las nuevas realidades y tendencias. Además, entregan soluciones para el cliente final, que permiten mejor experiencia de usuario, menores costos y mayor accesibilidad a servicios financieros (inclusión financiera)', destaca el académico de la FEN.
Simetría regulatoria
Uno de los problemas que normalmente obstaculiza la 'coopetición' y, en especial, la colaboración banca-fintech es la llamada 'asimetría regulatoria', ya que al ser una industria relativamente nueva, las fintech se encontraban prácticamente fuera de la ley. En contraste, la banca tradicional está sujeta a estrictas normas que buscan proteger a los clientes, prevenir fraudes y delitos financieros.
Por ello, se estima que la Ley Fintech, en proceso de implementación, será un avance, 'al incorporar a las fintech al perímetro regulatorio de la CMF y establecer un marco general para el sistema de finanzas abiertas', dice Luis Opazo.
Para Ananía, dicha ley 'es un gran paso, y creo que es parte de los motivos por los que varios bancos decidieron avanzar, al tener mayor seguridad jurídica respecto a estas plataformas'. Pero advierte que debe existir proporcionalidad en la regulación que propicia la CMF. 'No es igual el riesgo de un banco que capta dinero y luego invierte, que el de una plataforma de crowdfunding, donde cada inversionista toma decisiones de inversión; tampoco mueven la misma cantidad de dinero', ejemplifica.
Asimismo, existe consenso en que aún quedan temas por abordar en lo regulatorio, como el proyecto de deuda consolidada, que ayudará a que las personas con buen comportamiento accedan a financiamiento con menores requisitos; mejoras a la ley de fraudes, que hoy inhibe el desarrollo de pagos digitales; y los proyectos de ley de protección de datos personales y ciberseguridad.
Recuadro
En qué están los bancos
Aunque algunos guardan más reserva que otros, los bancos de la plaza están desarrollando ecosistemas de apoyo y trabajo con las fintech, muchos de ellos, integrados con sus programas para las startups.
Daniela Espinosa, head of Santander Startup, detalla que tienen un modelo basado en tres verticales: oferta de productos y asesoría financiera a las startups, entre ellas las fintech; evaluación de las propuestas de valor y oportunidades de colaboración con el banco y sus clientes, las que se testean y si son exitosas, 'Santander invierte en algunas de ellas'.
Como resultado, tienen 12 alianzas vigentes y están probando soluciones de más de 20 startups y/o fintech. Espinosa afirma que las experiencias son positivas, y destaca 'casos de éxito como el de Destácame, Flöid, Fingo y Datamart'.
En tanto, y al alero de su laboratorio de innovación BCI Labs, este banco cuenta con el programa Bci Startup, para 'descubrir startups y empresas con soluciones tecnológicas y disruptivas destinadas a la industria bancaria', explica Fernando Calvo, gerente de Desarrollo de Negocios y New Venture de BCI.
Calvo detalla que han construido una red con más de 150 startups, ejecutando pruebas de concepto con unas 40, e implementado soluciones con más de 20. 'Incluso hemos contratado a algunas startups como proveedores en el banco', dice.
Dentro de estas, también destaca a Datamart, que ofrece a los clientes del segmento empresarios la posibilidad de automatizar los procesos de documentación para sus operaciones de factoring y evaluación de riesgo.
"No todos los bancos se han sumado, o algunos han sido muy tímidos en las soluciones entregadas".
GUSTAVO ANANÍA, ACADÉMICO U. DE CHILE.
"La Ley Fintech será un avance, al incorporar a las fintech al perímetro regulatorio de la CMF".
LUIS OPAZO, GERENTE GENERAL DE LA ABIF.