“Las fintechs y la innovación ayudan a las empresas a organizarse, a mejorar el capital de trabajo, y a hacer las cosas de manera más sencilla”, afirmó José Gabriel Carrasco, presidente FinteChile y CEO de Tapp, en el seminario “Fintech al servicio de las empresas”, organizado por Xepelin. Carrasco agregó que, en Chile, el 70% de las startups financieras están dedicadas a entregar soluciones para las empresas.
Para las empresas, colaborar con fintechs les puede ayudar a impulsar la innovación dentro de sus organizaciones. Alejandra Mustakis, fundadora de Cemprendedor y expresidenta de Asech, explicó que la innovación en las grandes empresas es más fácil cuando se hace con emprendedores. “Las empresas grandes son malas innovadoras. Es muy difícil innovar dentro de una empresa, porque la innovación requiere de prueba y error”, dijo. Para la emprendedora, la innovación se debe realizar en los “bordes” de las industrias, y por ese motivo recomendó trabajar con personas externas a la compañía.
Incorporar nuevas tecnologías
Un caso en que las empresas podrían trabajar con startups es para incorporar nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial. El CEO y cofundador de la fintech Shinkansen, Leo Soto, señaló que la adopción de nuevas tecnologías en grandes empresas, como la inteligencia artificial, resulta más fácil cuando se hace a través de proveedores. “Es desafiante innovar en los propios procesos, y donde hay más oportunidad es en las grandes empresas, pero ese proceso tiene que pasar por mil áreas. En cambio, los proveedores que te introducen este tipo de tecnologías nacieron implementando inteligencia artificial en procesos que le sirven a la empresa”, afirmó.
En este sentido, Soto ve un espacio para aumentar la colaboración entre instituciones financieras tradicionales y fintechs. “En Chile, hace poco que estamos saliendo de esta idea de que fintechs y bancos son enemigos. La Ley Fintec, con el sistema de finanzas abiertas, también va ayudar muchos de estos casos de colaboración”, indicó.
Un ejemplo es el acceso a las tarjetas de pago por parte de las empresas, lo cual puede resultar “dificultoso” en un banco, aseveró Carrasco. “Ese tipo de soluciones son las que necesitamos, y son las que están aventurándose desde la industria fintech, para que las empresas cumplan su rol de generar eficiencia y resultados, que mejoren la calidad de vida de las personas”, comentó.
Soto agregó que fuera de Chile hay ejemplos de colaboración entre fintechs e instituciones financieras tradicionales para estas situaciones. “En otros lados existe el banking as a service (banco como servicio), en donde alguien puede entregar una tarjeta que en la realidad el emisor es un banco. Le entregas la tarjeta a la empresa con la que hace el gasto, y eso se rinde automáticamente”, afirmó Soto.
Ley de protección de datos
Pese a las oportunidades que existen para las fintechs de trabajar con empresas, la industria ve un problema en la nueva regulación del sector en torno a los datos. Carrasco manifestó que el proyecto de ley de protección de datos —que está en el último trámite legislativo y podría ser despachado a ley la última semana de agosto— es una regulación “con buen espíritu”, pero con un sistema de multas muy alto que va “contra todo propósito a tener toda la protección de datos en otra sociedad, y al final no sirve de nada. Este es un ejemplo de algo que se hizo mal”.
En contraste, mencionó que la Ley Fintec es una “buena” legislación, y que exige un tratamiento de los datos financieros muy elevado. “En Chile va a haber una paradoja, va a estar mejor resguardada tu información financiera que tu información de salud”, dijo Carrasco.
Sebastian Kreis, CEO de Xepelin; Alejandra Mustakis, fundadora de Cemprendedor; José Gabriel Carrasco, presidente de FinteChile; y Leo Soto, CEO de Shinkansen, delinearon cómo las fintechs pueden colaborar con las empresas. Xepelin