“Nuestra visión es cambiar la industria de la cobranza con tecnología. Y la mejor forma de hacerlo es reinsertando a millones de deudores al sistema financiero”, señala el Ceo Gabriel Monroy en entrevista con FinteChile, donde aborda el nuevo hito alcanzado por su empresa al recibir un importante respaldo de fondos de inversión de México, Europa y Estados Unidos.
Desde el inicio de sus operaciones en Chile en 2018, Colektia no ha parado de crecer. Su innovadora propuesta en la gestión de cobranza masiva utilizando inteligencia artificial y la ciencia de datos, despertó rápidamente el interés de distintos fondos de inversión.
Clave en ello son sus algoritmos que permiten conocer el comportamiento de los deudores, optimizando los resultados de pago, además de contar con capacidad predictiva para saber cuál es el mejor canal, fecha y hora para la recaudación de las morosidades. Todo ello da como resultado una gestión de recaudación de deuda más personalizada, menos invasiva, cumpliendo con la visión de sus fundadores, los hermanos venezolanos Gabriel y Oswaldo Monroy, que es realizar una “cobranza más humana” y permitir la “reinserción de los deudores al sistema financiero”.
Así, cada año esta Fintech ha ido sumando importantes hitos. Si en 2019 la aceleradora Wayra apostó por su desarrollo y expansión, en 2021 Colektia ya había cruzado fronteras y sumaba clientes en México, Colombia y Paraguay de diversos sectores, como la banca, el retail, las finanzas y los seguros.
Y 2023 no podía terminar mejor: Recientemente Colektia fue noticia internacional por una exitosa ronda de financiamiento, donde participaron fondos de inversión de México, Europa y Estados Unidos. Esto le permitió adquirir una cartera deudora por US$ 72 millones, lo que, más allá de la danza de números, tiene implicancias profundas para la región.
“Nuestra visión es cambiar la industria de la cobranza con tecnología. Y pensamos que la mejor forma de hacerlo es reinsertando a millones de deudores al sistema financiero, a través de adquirir estas carteras morosas. Justamente esta ronda de financiamiento es un hito importante para Colektia porque se acerca a lo que queremos hacer, que es ocasionar un mayor impacto en esa misión de la reinserción financiera”, sostiene el CEO Gabriel Monroy en esta entrevista que dio a FinteChile desde Polonia, país donde se encontraba de paso.
–¿Por qué ha sido tan importante para ustedes esta última ronda de financiamiento?
“Es un hito ya que es la primera vez que Colektia consigue financiamiento para este propósito, la compra de carteras (de deuda). Si tenemos éxito, nos abre puertas para el día de mañana contar con mayor financiamiento para realizar compras de otras carteras por toda la región”.
–Detrás de estas regularizaciones hay historias muy humanas, de personas que han vuelto al sistema financiero y han podido pagar los estudios de sus hijos o comprarse una casa.
“Eso es lo más importante. Latinoamérica es una región donde, por ejemplo, comprarse un vehículo es algo que literalmente puede cambiar la vida. En México se ve a muchas personas que deben viajar tres horas de ida, y tres de vuelta, todos los días para poder trabajar. Entonces cuando esa persona corrige su historial financiero, cuando ya se reinserta y tienen acceso a productos de crédito que le permite hacerse de un vehículo, su vida cambia radicalmente. Ya no son 6 horas en transportarse durante el día, sino dos. Dejas libre cuatro horas y eso cambia la vida”.
–El avance de las soluciones tecnológicas, a veces, no nos hace ver su impacto en las personas.
“Pues sí. Todo parte de la tecnología, pero el objetivo es ver cómo se puede impactar de forma positiva. Es impresionante cómo cambia la vida el sólo hecho de tener acceso nuevamente a financiamiento, para dejar de acudir a métodos que no son formales, con mucha tasa de interés y malas prácticas, lo cual genera una cantidad de problemas importantes”.
–En mayo de 2022 fue el lanzamiento de Alivia, ¿cómo ha sido recibida esta solución?
“Alivia fue el paso previo a esto que estamos hablando hoy. Se lanzó como piloto. Siempre hemos pensado que las personas no pagan, no porque no quieran sino por falta de oportunidades, además de tener problemas, porque está enferma o perdió el trabajo. Veíamos que había poca flexibilidad con estas personas, entonces queríamos ofrecer productos que se adaptaran a ellos y para eso nació Alivia. Su objetivo es dar a la gente oportunidades más acordes con su situación para subsanar sus deudas. Y una vez que ya la subsanen, pueden generar un historial de crédito positivo. De cara a los deudores, la positividad de Alivia fue muy buena. Debido al éxito de eso fue que tuvimos el pase a comprar una cartera más grande de deuda. Y la idea es ofrecer Alivia a todos en esta cartera que hemos adquirido”.
–El 2023 empieza a quedar atrás, ¿qué esperan para los próximos años?
“En los siguientes 2 o 3 años esperamos adquirir carteras de deudas más grandes y relevantes. Hoy estamos enfocados no tanto en crear nuevos servicios, sino que en seguir robusteciendo la tecnología que tenemos, con iniciativas en inteligencia artificial que hemos desarrollado nosotros y que han llegado a un nivel de madurez muy importante. Tenemos un equipo con más poder de cómputo, mejores herramientas, más conocimiento. Hemos sido capaces de procesar más de un billón de transacciones. Eso es una cantidad de data enorme”.
Una historia de éxito que partió en Chile
Los hermanos Gabriel y Oswaldo Monroy tenían una compañía de ecommerce en Venezuela, la cual cerraron para iniciar su aventura en Chile. Basados en su experiencia, consideraban que era muy importante innovar e introducir tecnología en la gestión de cobranzas para alcanzar una mayor tasa de éxito. Con una inversión inicial de US$60 mil –la mitad aportada por Start-Up Chile–, hace cinco años se instalaron en Santiago a desarrollar Colektia.
“Como somos venezolanos, teníamos muchos amigos que nos podían recibir en Chile. Yo particularmente estaba muy familiarizado con la cultura chilena porque mis jefes en IBM antes de emprender eran chilenos. Entonces conocía bastante sobre el país. Llegamos tratando de ahorrar el máximo y alquilamos un departamento chiquitito en el centro”, recuerda Gabriel Monroy.
–¿Qué condiciones tiene Chile para impulsar soluciones tecnológicas como la suya?
“Puedo decir que todas las condiciones. Chile es un mercado moderno con mucha apertura a la innovación. No es tan grande ni tan complejo como puede ser el mexicano o brasileño. Es un mercado más homogéneo, ideal para lanzar algo, probarlo y validarlo. Y hay mucho acceso a financiamiento, tanto privado como de la CORFO. No me sorprende que haya empresas exitosas como CornerShop”.
–La expansión era inevitable y se fueron a México. ¿Esa transición es muy difícil?
“No es un secreto que, en tamaño de mercado, Chile se queda un poco corto. Y cuando quieres expandirte lo más natural es México. No fue tan duro porque teníamos experiencia de emprender en un país distinto. Sin embargo, puedo decir que México tiene ciertas complejidades, y se requiere la presencia de los founder para que realmente arranque tu propuesta. Y fue algo acertado. En México se concentra la mayoría de nuestro mercado, pero como todo tiene sus diferencias culturales. Si vienes de Chile y llegas a México ves que los tiempos no son tan ágiles. Hay compañías mucho más grandes donde hay más burocracia. Por eso es necesario estar presente”.