La fintech argentina Geopagos se inspiró en Stripe para digitalizar los pagos en Latinoamérica. Ahora opera en 16 países y sigue creciendo.
La historia de Geopagos, una fintech de origen argentino, se remonta a una inspiración inesperada: uno de sus founders, durante una visita a una tienda Apple en Estados Unidos, quedó fascinado con un pequeño dispositivo para pagar de Stripe. Este fue el punto de inicio de una aventura emprendedora que en 10 años se expandió a toda Latinoamérica. “Le voló la cabeza. Con su experiencia en diferentes mercados, se dio cuenta de que era algo que no existía, principalmente en Latinoamérica. A partir de eso, surgió la iniciativa de cómo brindar esta tecnología para que otros puedan hacer el negocio de aceptación de pagos. Justo estábamos en un momento de Latinoamérica en que se empezaba a gestar esta discusión de apertura de los mercados”, cuenta Agustín Parodi, Chief Business Officer de Geopagos, en conversación con Chócale en las oficinas de la empresa en el barrio de Núñez, en el norte de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Con el objetivo de bancarizar y digitalizar los pagos en segmentos menos atendidos, Geopagos emergió con una propuesta única.
“Brindamos aceptación de pagos a los segmentos más de abajo y masivos”, explica Parodi. Esta misión se ha desarrollado mediante soluciones como sus mPOS y links de pago, en línea con las necesidades del mercado latinoamericano. De hecho, en Chile es partner tecnológico de algunas de las soluciones de Compraquí, la red de adquirencia de BancoEstado.
El crecimiento de Geopagos le ha permitido ir expandiéndose a más de 16 países. “Esto fue muy uno a uno. El negocio de pagos es complejo, por definición tiene que ser seguro. No vas a usar tu tarjeta de crédito o hacer pagos en lugares donde pueda existir un fraude o puedas perder plata”, dice. La expansión se ha llevado a cabo a través de conexiones seguras y adaptaciones a las regulaciones locales en cada uno de los mercados. El impacto de Geopagos en la región Las regulaciones juegan un papel fundamental en el ecosistema de pagos digitales. Parodi observa que “hay una gran conciencia de eso”, con gobiernos impulsando iniciativas como los QR interoperables en Argentina y PIX en Brasil. Estas regulaciones, flexibles y progresistas, han facilitado la expansión y digitalización de los pagos, beneficiando a la población. La pandemia aceleró la inclusión financiera, un tema clave para Geopagos. Según Parodi, “hay muchísimo más acceso a productos financieros” gracias a las fintechs. Sin embargo, reconoce la necesidad de incentivar y educar para una utilización más efectiva de estos servicios. Geopagos ofrece un abanico de soluciones omnicanal que incluye herramientas para capturar transacciones y administrar negocios. “Lo que nosotros tenemos es una llave en mano. Viene un banco, una entidad financiera o fintech, y dice ‘quiero hacer un negocio de aceptación de pagos’. Nosotros le damos toda la tecnología para que lo pueda administrar con todas las casuísticas y con marca blanca”, dice Parodi. Según explica el ejecutivo, esta fintech tiene capacidad para proporcionar una solución integral y personalizable para adquirentes, bancos e instituciones financieras. En términos de presencia global, el impacto ha sido significativo.
“Estamos trabajando en más de 16 países, con más de 30 partners. Estamos en un millón de comercios que hacen ventas a través de nuestra plataforma, y procesamos alrededor de US$6 billones al año. Tenemos un negocio bastante grande y un diferencial muy grande, que yo todavía no lo he visto en muchos players, y es que nosotros damos una solución integral”, explica Agustín Parodi. Contexto actual en Argentina y una idea de futuro Respecto del ecosistema fintech local en Argentina, el ejecutivo de Geopagos reconoce que es un mercado muy competitivo, pero hay optimismo considerando el alto nivel de bancarización y la adopción de tecnologías como las Transferencias 3.0. “Inclusive en los sectores de menores recursos tienen acceso a cuentas con tarjetas de prepago o de débito, donde se hacen pagos de planes o se acreditan subsidios, con lo cual tenemos una gran penetración de bancarización. El desafío sigue siendo la mayor utilización, pero creo que estamos en un muy buen camino”, asegura el ejecutivo. Al ser consultado sobre cómo podríamos imaginar el futuro de los medios de pago en algunas décadas, Parodi piensa a largo plazo en un cambio revolucionario: la validación biométrica. “A mí siempre me gustó, que yo no tenga que llevar nada más que mi huella dactilar o mi ojo. En algún momento va a suceder que te validen en un punto de venta y tengas tu billetera en la nube y que elijas con qué pagar, pero simplemente validas a través de tu biometría”, reflexiona.
“Hay ciertas iniciativas en China, pero si tengo que irme muy hacia el futuro, iría hacia ahí. Es como cuando hablamos de pagos embebidos, es exactamente lo mismo. Es tener la billetera embebida en tu cuerpo que no te das ni cuenta. Entonces usas tu huella dactilar y ya está”, concluye el ejecutivo de Geopagos.