El ejecutivo de la plataforma de pagos online dice que seguir innovando es una necesidad y que continuarán creando soluciones para derribar las brechas comerciales y así permitir a todos emprender, comprar y pagar en línea de forma segura y sin complicaciones.
Flow tuvo un movido fin de año. La popular plataforma de medios de pagos online en los últimos meses de 2023 se integró con Shopify, marcando un nuevo hito en su compromiso de potenciar la inclusión financiero-digital para las Pymes. Y no sólo eso. También lanzó productos disruptivos.
El último de ellos es todo un éxito, ya que permite a sus clientes la opción de realizar ventas con pagos de “hasta en 12 cuotas sin interés”, adelantándoles el total del dinero de las cuotas futuras dentro del tercer día hábil. El objetivo de este producto, explican desde Flow, es que quienes operan a través de la plataforma, puedan aumentar sus ventas, atraer nuevos clientes y fidelizar a los antiguos, ofertar productos de mayor valor y ser más competitivos en el mercado.
Es que el espíritu de la empresa no ha cambiado desde su fundación en Viña del Mar en 2013. Siguen estando a la vanguardia en la creación de soluciones de pago para los comercios. Hoy Flow está presente en diferentes mercados de la región, como México y Perú, y es lo suficientemente robusta para operar en cualquier parte de Latinoamérica. Los números los avalan: superan las 90 mil empresas como clientes y procesan sobre un millón de transacciones al mes.
Pero el camino a la consolidación no fue fácil. Los medios de pago en Chile debieron surgir bajo el alero de un monopolio. La clave para posicionarse y crecer en medio de este escenario, “fue dar un servicio customizado y de valor agregado al cliente”, explica el CEO de Flow, Juan Gregorio Pasten.
“La solución que había en el mercado antes de que nosotros apareciéramos era muy estándar, y claro, cuando hay poca competencia se tiende a la ineficiencia. Como no podíamos competir por precio, porque la empresa que tenía la posición dominante nos cobraba un precio muy parecido al que cobraba a los comercios y para tener una ganancia nosotros teníamos que poner un delta sobre ese monto. Entonces, desde un comienzo, entendimos que agregarle un valor al cliente era clave. Y para ello debíamos saber qué es lo que necesitaban los clientes. El ingreso de nuestra plataforma al mercado lo que permitió fue que el cliente recibiera un servicio más personalizado y de calidad que facilitó la recaudación de sus pagos. Diría que esa ha sido la piedra angular del desarrollo de Flow”, agrega el ejecutivo.
–¿Y cómo evalúa el estado actual del mercado para las plataformas de pago, es más abierto y competitivo?
“Cuando uno analiza los mercados siempre se tiene que preguntar en qué etapa están. Nuestro mercado está transitando desde el crecimiento a la maduración. Hay un grupo de actores ya asentado, dentro de los cuales hay algunos muy grandes. El mercado está bien diversificado, cada actor se acomoda a sus intereses, plan estratégico, ventajas competitivas, lo que lleva a que algunos se especializan en ciertas verticales, otros en plataformas de servicios internacionales, retail, etc. Es un mercado que está avanzando a pasos agigantados a la madurez, lo que significa que hay que ser más ingenioso para poder competir, hay que agregarle valor al cliente y entregarle algo que te vuelva indispensable”.
–A diferencia de otras empresas chilenas, ustedes se saltaron Perú y eligieron México como primer destino de internacionalización. Eso les permitió medirse con los más altos estándares mundiales en protección de datos y obtener la certificación PCI DSS (PCI Data Security Standard).
“Flow es una Fintech que no es una startup. Desde un principio, funcionamos como una empresa tradicional, con directorio y línea de gerencia. No hemos hecho levantamiento de capital externo, somos una empresa completamente chilena. Dentro de esa estructura lógica tradicional también está la parte regulatoria. Nos hemos ido auto-regulando, incorporando todos los estándares de la industria y dentro de eso nosotros tenemos PCI desde antes que fuera obligatorio tenerlo. Por ende, la regulación no nos impacta tanto, estamos preparados desde hace mucho tiempo. En general para una empresa que sale de su país tiene esa dificultad adicional de adoptar y entender la otra cultura; no es solo comprender el mercado. Hay varias barreras que uno supera cuando se aterriza en otro país. En ese sentido, la experiencia de México fue muy enriquecedora”.
–Flow es conocida por la simpleza de su plataforma, el pago de las ventas en 24 horas y la seguridad certificada de sus transacciones. Ya alcanzaron la madurez, ¿pero se puede seguir innovando?
“Siempre se está pensando hacia dónde va el foco de desarrollo de una empresa. Hacia dentro, mejorando los procesos internos, o hacia fuera, que implica satisfacer necesidades del cliente. A simple vista se puede concluir que no se puede descuidar ni una ni la otra, ambas son complementarias y absolutamente necesarias. Entonces, sí; se puede seguir desarrollando e innovando. La innovación es una necesidad y una característica que forma parte del sello de Flow. En nuestro plan de acción para 2024, como así lo fue también en 2023, queremos seguir desarrollando productos que impacten a nuestros clientes”.
–La pandemia aceleró la necesidad de las empresas por digitalizarse. ¿Qué pasa con las que aún no han digitalizado sus ventas? ¿Están a tiempo de hacerlo?
“Con lo que pasó pre y post pandemia, claro, hay una curva de crecimiento exponencial en el mercado online. Muchas empresas o casi todas se subieron a esa tendencia. Cuando terminó la pandemia bajó un poco la necesidad del comercio online. Pero la venta presencial está condenada a ir decreciendo año a año. La venta online llegó para quedarse, uno lo ve tanto en la información del mercado como en nuestra data, que el mercado online sigue creciendo. La invitación a los comercios es obvia, digitalícense, agreguen canales online. En esa línea, estamos implementando otra solución que va a facilitar a los comercios tener una página web de ventas”.
–Cuando las empresas de venta tradicional empiezan a vender a través de Flow, ¿se genera un impacto en su cultura organizacional?
“El primer impacto es natural: la facilidad de recaudación. Ser cliente de Flow es extremadamente fácil. Nosotros fuimos el primer Proveedor de Servicios de Pagos (PSP) en Chile que funcionó como un agregador, lo cual permitió sumar a todos los medios de pago en un solo botón. Ahora además agregamos una solución que es opción de pagar en cuotas precio contado, con anticipo del pago para nuestros clientes, que ha causado un impacto gigante en el mercado. Siempre estamos pensando en cómo facilitarle la vida al cliente, como por ejemplo mediante nuestro monitor transaccional, el cual es una ventaja competitiva de Flow. Un comercio o persona que vende de la forma tradicional comienza a monitorear sus transacciones, saber cuánto está vendiendo mensualmente, cuántas transacciones no se concretan, qué día está vendiendo más, cuánto fue la comisión que le cobró Flow, qué dinero ya está contablemente registrado, pero aún no se le transfiere. Todo ello impacta en la cultura organizacional de las empresas”.