Diego Durruty, empresario inmobiliario que hace 26 años fundó el grupo Urbana y que ya se encuentra en siete países, cuenta que el incentivo inicial para meterse al negocio financiero fue cuando operaba, algo aproblemado, la aplicación de su banco y su hijo de 13 años le preguntó cómo soportaba el mal servicio digital. Ese "ninguneo", dice, le hizo preguntarse qué tan preparada estaba la industria financiera para dar respuestas a los futuros clientes, esos que nacieron con internet y un smartphone en la mano. Investigó y se dio cuenta que mundialmente le faltaba mucho a la banca para crecer en temas tecnológicos. "Hace cuatro años dije: voy a hacer un banco digital", recuerda Durruty.

De esa promesa fue el resultado de la plataforma B21.com (https://acortar.link/sJYlkc), donde hay créditos para pagar prestaciones de salud que tienen copagos elevados o que, definitivamente, no están cubiertos por las isapres o Fonasa, como las cirugías estéticas, bariátricas o tratamientos de infertilidad o de odontología. La idea inicial de Durruty, eso sí, era ofrecer una aplicación de prepago, al estilo de Mach o Tenpo, pero se encontró con parte del equipo financiero del BBVA, que tenía un gran recorrido en digitalización, entre ellos Mauricio Fuenzalida y Manuel Olivares, quienes se convirtieron en socios de B21.com. Ellos lo incentivaron a entregar estos créditos para el servicio de bienestar o wellness, pero con una tecnología de punta que le permite a una persona obtener el crédito en cinco minutos, tal como lo hicieron con la plataforma de Forum, financiera automotriz que estaba en manos del BBVA. "No nos equivocamos en cambiar nuestra idea inicial, porque ahora hay muchas tarjetas de prepago, e hicimos esta financiera en la vertical o nicho de salud, que se puede extender a otros temas que tienen poca cobertura de los bancos", comenta Durruty.

Con 530 millones de pesos de capital inicial levantaron la plataforma y a estas alturas ya han puesto 20 préstamos y, con fondos de 1.000 millones de pesos que esperan conseguir con inversionistas, aspiran llegar a 1.000 clientes este año. José Miguel Seguel, CEO de B21.com, explica que tienen convenio con 49 prestadores para que ofrezcan su opción como financiamiento que, asegura, aplica a un interés promedio de 28% anual, que es menor a la media de 32% de todos los créditos de consumo. En la plataforma sólo piden el RUT y el sueldo que gana cada cliente para evaluar su riesgo crediticio con la información de distintos burós de créditos y el Servicio de Impuestos Internos. Si es aprobado, por el mismo sistema tecnológico verifican la identidad con biometría y se firma digitalmente el contrato del crédito. "Todo, la evaluación crediticia y la entrega del crédito demora cinco minutos", dice Seguel. El dinero del crédito, eso sí, llega directo a la entidad donde se realizará el tratamiento de salud y no a la cuenta de la persona.

Los créditos parten desde 50 UF y hasta 200 UF y el perfil de los clientes es de personas bancarizadas que tienen rentas superiores a 700.000 pesos y que pueden pagar como mínimo 36 cuotas de 100.000 pesos como mínimo. Seguel dice que la investigación de mercado que realizaron antes de entrar al negocio, reveló que sólo un 20% que cotiza estos tratamientos de salud puede realizárselos por la dificultad de pagarlos. "Este mercado con copago alto o sin cobertura es enorme en Chile, estamos hablando que se gastan al año más de 2.000 millones de dólares en este tipo de cirugías o estos tratamientos paquetizados", asegura Seguel. Diego Durruty, como en el área inmobiliaria, piensa en grande e incluso espera crecer también en créditos hipotecarios a propósito de su expertise en este sector : "Estoy seguro que con B21 nos podemos convertir en un unicornio chileno", recalca Durruty.