En un reciente estudio de la consultora internacional, se reveló que la industria de pagos para consumo tendrá un crecimiento anual proyectado de 6%, logrando $ 480 mil millones en ingresos globales en 2026. Este crecimiento debe ser aún más acelerado en América Latina, con una tasa anual del 9%
Si bien las tarjetas seguirán siendo el mayor generador de ingresos para la industria de pagos en los próximos años, su crecimiento se ralentizará logrando un 6% anual a 2026; mientras los pagos cuenta a cuenta liderarán el crecimiento en dicho periodo con 8%.
En este escenario, Bain estima que durante la próxima década las empresas de software y las principales compañías de tecnología asumirán una parte importante del volumen y de los ingresos en muchos mercados, lo que podría llegar a 90% de los ingresos en escenarios más extremos.
Según Bain, las aplicaciones de web3 emergentes, en menor escala, y la iniciación de pagos de cuenta a cuenta, en mayor proporción, podrían abrir la participación en el mercado a un margen mucho más amplio de empresas no financieras y los consumidores, cuestión que ha hecho que los bancos tradicionales y empresas de tarjetas históricas revisen sus estrategias para no salir desfavorecidos de este cambio.
Si bien, el reemplazo continuo de efectivo aumentará los ingresos de las tarjetas a través de una mayor penetración de las mismas, la expansión de los pagos digitales de cuenta a cuenta limitará el crecimiento de las tarjetas a largo plazo. Por lo tanto, el desafío para las compañías de tarjetas será desarrollar y expandir los servicios más allá del simple procesamiento de transacciones y eventualmente volverse agnósticas para trabajar con todo tipo de rieles de pago.