
El nombre nació de una mezcla que puede parecer inesperada: una carpeta del proyecto llamada “X” (apuntando a multiplicación) en el computador de Sebastián Kreis y un asado con música de Led Zeppelin de fondo terminaron por bautizar a Xepelin, la fintech chilena que ya tiene más de 65 mil clientes, cuenta con más de 500 empleados y ha levantado cerca de US$ 147 millones. Y aunque si bien es conocida por su modelo de factoring, hoy ambiciona ser un banco.
“Xepelin es la fintech B2B más grande de Latinoamérica y lo que queremos ser es un banco moderno para empresas donde resolvamos sus principales dolores para crecer y manejar mejor su dinero”, asegura Sebastián Kreis, CEO y cofundador de la compañía que creó en 2019 junto a Nicolás de Camino, pero que rápidamente lo llevó a México, país donde reside y desde donde relata el camino recorrido. “Es impresionante lo que hemos construido en términos de tamaño, de lo potente que somos en tecnología; pero, por otro lado, mirando hacia adelante, impresiona lo grande que es el mercado de Latinoamérica”, relata el ingeniero civil.
Una de las cosas que lo entusiasman es como están usando inteligencia artificial en toda la compañía: “Estamos lanzando cada dos semanas cosas nuevas de cómo operamos de manera más eficiente, cómo tenemos una experiencia personalizada para cada cliente. Eso es algo muy—como dicen los mexicanos— muy padre, muy entretenido”. También están lanzando varios productos, no solamente para darle financiamiento a las empresas, sino que para ayudarle en su gestión y manejar mejor su dinero.
Hay startups chilenas que les ha costado generar tracción en México. A juicio de Kreis, la clave del éxito allá es la dedicación. “Yo me vine acá 100% convencido de que íbamos a ganar este mercado. La cantidad de personas que me dijeron ‘no, no va a funcionar porque México es distinto', es infinita. Pero, al final, cuando tienes convicción de que realmente puedes resolver un problema y te dedicas a eso, se puede”, sostiene el emprendedor. “Obviamente hay problemas más fáciles, más difíciles. Este es un problema relativamente difícil, pero con tecnología y un buen equipo lo hicimos. Y la siguiente fase es lo mismo”, asegura.